Píldoras de Historia

El cambio de hora

29/10/2016

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Este sábado se pone fin al "horario de verano". Se atrasa la hora y volvemos a quedar con una hora de adelanto respecto a la hora solar. Estos cambios de hora, que nos parecen relativamente recientes, no lo son tanto. De hecho, este año se han cumplido los cien de su primera aplicación. De aquellos primeros años ha quedado constancia en la prensa lebaniega, con alguna curiosidad incluida. Lo vemos.

Fue en abril de 1916, en plena I Guerra Mundial, cuando los gobiernos alemán y austro-húngaro decidieron adelantar en una hora su hora oficial para que las fábricas pudieran trabajar más durante la primavera y el verano. Los meses siguientes adoptaron la misma medida Holanda, el Reino Unido, Francia y Portugal.

En España fue en 1918 cuando se aplicó por primera vez. Así dio cuenta de ello, el periódico comarcal "La Voz de Liébana":

"Hoy, 15 de abril, a las once de la noche, se adelantará la hora legal sesenta minutos, es decir, que a las once de la noche se pondrán los relojes oficiales a las doce. Y este adelanto de una hora continuará para todos los sucesivos y seguirá hasta el 6 de octubre en que se restablecerá la hora normal.

Así lo ha dispuesto el Gobierno siguiendo el ejemplo de lo establecido ya en otras naciones y como medida encaminada a limitar el consumo de combustible, y cuya eficacia en cuanto al ahorro de carbón, ha demostrado la práctica en los países donde se ha implantado.

En nuestros pueblos y aldeas la medida no ha de introducir variación alguna en la vida corriente, ajustada al día solar, pero es necesario y conveniente que se tenga conocimiento de esa disposición, porque ha de afectar a todos los servicios oficiales, como son las horas de apertura y cierre de la estación telegráfica, las horas de oficina en el Registro de la Propiedad, en la Administración de Correos, y las horas de salida y llegada de los coches de servicio público a Unquera, para combinar con los trenes que adelantarán una hora los servicios".

Al año siguiente, 1919, se volvió a tomar la misma medida, no muy bien aceptada por los lebaniegos. A ello contribuyó, aún más, el alcalde de Potes, según leemos en el mismo periódico, en una noticia titulada "¿En qué hora vivimos?" que dice:

"A este pregunta que nos hacemos unos a otros los vecinos de Potes, la mayor parte contestan –“en la de que nos llevan a un manicomio”. Por que es para andar de cabeza y volverse uno loco, el galimatías que nuestro alcalde nos ha armado.

El día 6 de abril se hizo el adelanto de la hora, cumpliendo lo mandado y a los dos días ya todos habían amoldado su régimen de vida al nuevo horario. Pero cátate que a los 30 días, cuando ya nos habíamos habituado a las nuevas horas, se le ocurre a no sabemos quién, ni sabemos tampoco por qué razones, que debía volverse al antiguo horario y nuestro reloj municipal de la noche a la mañana da un nuevo salto hacia atrás, de una hora.

Y como esto se hizo sin aviso, ni anuncio de ninguna clase, nadie sabía por dónde andaba, ni quién era el que se había vuelto loco, si él, o el reloj, o el encargado de él, o el Alcalde.

Se preguntaban unos a otros, y trataban de averiguar a qué obedecía el cambio, y se supo que el atraso de la hora había sido ordenado por el señor Alcalde, y hasta se decía la razón que daba para haber adoptado tal medida. No nos atrevemos a consignarlas ni a comentarlas. Con lo primero hacemos un favor al señor Alcalde, con lo segundo nos evitamos el repetir lo que hoy se ha dicho por ahí en todos los tonos. ¡Y había que oir los comentarios que en todas partes se hacían! El Real Decreto, la Gaceta, el Ministro, no rigen para Potes".

No sabemos en qué pararía la cosa, aunque es de suponer que el reloj municipal volviera a marcar la hora oficial, volviendo a atrasarse cuando lo prescribía la norma, el 6 de octubre de aquel año.

Los años siguientes no hubo adelanto horario y se mantuvo la hora solar. Fue con la dictadura de Primo de Rivera cuando se recupera la medida, que se aplica entre 1924 y 1929, con la excepción de 1925. La Voz de Liébana informa de cuándo entran en vigor los nuevos horarios y de vez en cuando deja ver su opinión sobre ellos. Así, cuando acaba el horario de verano de 1927, escribe que "Veremos si el verano próximo vuelve el Gobierno a implantar otra vez la hora oficial, cuya finalidad aún no hemos podido comprender, y que sólo trastornos y confusiones origina".

En 1940, tras la Guerra Civil, fue cuando se adelantó una hora con carácter permanente para equiparar España al horario de Alemania que ya se había implantado en la Francia conquistada por los nazis. Además, durante algunos de los años siguientes (1949 fue el último), se siguió adelantando una hora más en verano, costumbre que se recuperó en 1974, con motivo de la crisis del petróleo, y que se mantiene desde entonces.


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