Hace 100 años, en 1916, un día como hoy, 12 de octubre, festividad de la Virgen del Pilar, se celebraron en Liébana dos ferias de ganado: la que ya entonces era tradicional, en Camaleño, y otra en Potes, cuyo ayuntamiento aquel año intentó "robar" la feria a Camaleño.
Ya las semanas previas los ganaderos de Valdebaró (Camaleño) recibieron con «gran asombro» lo que calificaron de «descabellado proyecto», lamentando que se recurriera a «conceder a ganaderos y tratantes toda clase de facilidades y comodidades (este año comida gratis y propina; en adelante Dios dirá) y de que, para más obligarles, se conceden numerosos premios a unos y otros», y elevaron su «más sincera protesta por el atropello que (...) trata de cometer el Ayuntamiento de Potes contra los intereses y el buen nombre del Ayuntamiento de Valdebaró al intentar por todos los medios dar un golpe de gracia a la tan renombrada feria de Camaleño, que tan a satisfacción de todos se ha venido celebrando durante tantos años». Además, hacían saber a los ganaderos y tratantes de fuera del Valle que «para poco hemos de valer si no les concedemos tantas facilidades y prerrogativas como les puedan ofrecer en Potes».
Llegado el día, ambas ferias se celebraron. Hemos de dejar constancia de que la noticia que de ellas tenemos, publicada en La Voz de Liébana, puede ser parcial dado el posicionamiento del periodista a favor del traslado a Potes. Los ganaderos de Valdebaró, «anteponiendo los intereses de unos pocos de aquel valle a los generales de toda la región de Liébana», dice, tratan de conservar la de Camaleño. Alega el periodista que la adopción del acuerdo de crear la feria de Potes fue tomado tras haber encontrado la aprobación del resto de alcaldes de Liébana, Camaleño excluído, y que vecinos de Camaleño también apoyaban el traslado porque la celebración en Camaleño les originaba gastos al tener que dar alojamiento a parientes y sus ganados. Sin embargo, reconoce, algunos de quienes esto decían y de los alcaldes que votaron a favor de Potes, «llevaron sus ganados a la feria de Camaleño, influyeron para que otros los llevaran y, públicamente, hacían duros cargos a Potes».
De las ferias en sí, cuenta que el «ferial de La Serna se vio muy concurrido de ganados, y se celebraron mayor número de transacciones que lo que era de esperar de una feria que se celebraba por primera vez y que tan combatida era por los partidarios de que continuara celebrándose en Camaleño. A pesar de esto, y de que del valle de Valdebaró puede decirse que no bajó a Potes una sola cabeza de ganado y muy contadas personas, y que algunos ganaderos de Cillorigo, Pesaguero y Cabezón también llevaron sus ganados a Camaleño, en La Serna había tanto ganado vacuno como en día de feria de San Pedro». Curiosamente, a la hora de indicar los premios entregados, se señala que «El Jurado no ha entregado premio al toro de don Gregorio Muñiz, de Naranco, que era un hermoso ejemplar que llamó la atención de los inteligentes, por haberle presentado dicho señor sin opción a premio» y, estando Naranco próximo a Fuente Dé, al menos una cabeza bajó de Valdebaró.
De la feria de Camaleño indica el cronista, que no asistió, que, según informes de ganaderos presentes en ella que también estuvieron en la de Potes, «se notaba el día 12 considerablemente la diferencia de ganado en comparación con el que otros años había, y decían que había mayor número de cabezas en el ferial de Potes que en el de Camaleño, y que también se habían hecho mayor número de transacciones en el primero que en el segundo», añadiendo que el día 13 no hubo prácticamente feria en Camaleño, asistiendo únicamente los que habían hecho tratos el día anterior para hacer entrega del ganado vendido.
Durante los años inmediatos siguientes, se repitió la circunstancia de la celebración de las dos ferias, si bien en 1919 Potes ya optó por celebrarla el día 13, aprovechando que era lunes. En 1920 ya solo consta la celebración en Camaleño, donde se mantiene en la actualidad.