Píldoras de Historia

Los escudos de Bárcena

Gabino Santos Briz

26/01/2019

«En Los Llanos del Rey existen unos preciosos escudetes, nos atreveríamos a decir que los más antiguos de Liébana, con labras de gran ingenuidad». Así comienza Mª del Carmen González Echegaray, en su estudio sobre los escudos de Cantabria, su descripción de los tres que se conservan en una casa de Bárcena, la conocida, al menos en otro tiempo, como "Casa de los Lerín". Tras la descripción de cada uno de ellos, resume: «Estos escudos, muy esquematizados y de labra muy primitiva pero no tosca, no han sido identificados, aunque pudiera el último corresponder al apellido Mogrovejo». Es éste el que «presenta una torre con un animal empinante, encima de él un árbol y en el jefe tres lises».

De los otros dos, los no identificados, el que está en el medio de los tres, «presenta una cruz con base escalonada y remate floreteado acompañada de tres roeles y con dos caras humanas muy simples a los lados de la peana y en punta dos rombos».

El otro, el de la izquierda, es descrito por la citada estudiosa señalando que «presenta el campo con tres figuras humanas desnudas. En el jefe, un hombre con una bandera. Más abajo otros dos hombres flanqueados por dos sierpes cuyas cabezas se juntan entre las dos figuras, sostienen éstas una especie de palo rematado en bola, uno cada punta».

La contemplación, una vez más, de este escudo me ha traído a la mente lo escrito por algunos autores. Así, Ildefonso Llorente escribió en 1882: «hay un sitio llamado antiguamente Planum Regis, después Plan de Re, luego Llan de Re, más tarde Llan del Rey, y ahora Los Llanos y Redo [...]. El Planum Regis fue propiedad de Pelayo, como voy demostrar en seguida; y la tradición asegura que el famoso héroe fue proclamado Rey en aquel sitio».

Por su parte, Gaspar Melchor de Jovellanos, a propósito de Pelayo, dejó escrito, basándose en textos de Casiodoro:

«Los godos, después de haber elegido Rey, hacían con él una solemne elevación. Esta ceremonia se ejecutaba en el campo, donde poniendo al nuevo Rey sobre un escudo, le levantaban en alto a vista de todo el ejército, entre el ruido de las aclamaciones públicas, y al son de los instrumentos militares».

¿No puede ser esto lo que representa ese escudo de Bárcena? ¿Podrían ser dos soldados sujetando el escudo y, sobre él, Pelayo? De ser así, sería la plasmación en piedra de lo que es una antigua tradición en esta zona de Liébana, tradición también existente en otros lugares de Asturias y de Valdeón.

El valle de Camaleño conserva otros vestigios de su importante papel en los inicios de lo que después fue "la Reconquista". Así, la inscripción en piedra de la ermita de San Pelayo, junto a alguna otra de la torre de Mogrovejo, a las que se añaden los monumentos modernos a la batalla de Subiedes (en la subida a Los Llanos, del tercer cuarto del siglo XX) y a Pelayo (en Cosgaya, de 2011).



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