Píldoras de Historia

La nevadona de 1888

13/02/2018

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Las nevadas persistentes de estos días quedan muy lejos de la que empezó hace ahora 130 años, la "nevaona del año de los tres ochos", la de 1888. Aquel año las nevadas se sucedieron, con breves intermitencias, durante un mes batiendo todos los registros que se recordaban. Aunque de cómo afectó a Liébana no hay tantos datos como de otras zonas, como por ejemplo Campoo, sí que contamos con algunos.

El temporal comenzó el 14 de febrero prolongándose en una primera fase hasta el 22. De estos primeros días no nos constan datos de Liébana. Sí de la segunda fase que arrancó el día 24:

"De Potes escriben con fecha 28, dando cuenta de la altura que ha alcanzado la nieve, que llegaba a la de cinco a siete metros en los pueblos de Lores, Valdeorias, Cruz de Cabezuela y Valcabo. En la plaza de Potes hay 90 centímetros de nieve. Nadie recuerda una nevada tan copiosa ni tan persistente.

En algunos puntos de la carretera han ocurrido derrumbamientos de masas de nieve de las alturas inmediatas, que en varios de estos sitios llegaron a medir un volumen extraordinario: estos neveros se tocaban en una extensión de muchos kilómetros, llegando hasta el río, por la parte del cual hubo necesidad de apisonar la nieve para dar paso lo suficientemente sólido a un caballo que condujese el correo.

En el trayecto de Pesaguero a Piedras Luengas está completamente infranqueable el camino, hallándose los pueblos altos de Liébana en absoluta incomunicación desde el comienzo de la nevada".

Esto publicaba el periódico El Atlántico el 2 de marzo. Unos días después, el 5, añadía más noticias:

"De Peñarrubia nos dicen que en el pueblo de Cicera se han hundido dos casas, una de ellas la escuela de niños.

En la cortadura de Hurdón, un pastor del inmediato Ayuntamiento de Tresviso, por haber sin duda resbalado en la nieve, cayó precipitado desde colosal altura, destrozándose de tal suerte que la cabeza quedó separada del tronco".

Y, tras dar datos de la carretera de Cabuérniga, dice que la de Potes "continúa interceptada para el tránsito de carros: además de la nieve que la cubre, grandes avalanchas desprendidas de las altas y casi perpendiculares laderas han caído en la carretera. Los carros pueden llegar a la Hermida, y en el resto del camino se ha restablecido el tránsito", se entiende que peatonal.

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Apenas dos días después, El Atlántico sigue informando:

"Nos dicen de Liébana que la nevada en aquella región es copiosísima, llegando la nieve en los pueblos altos de Dovres [sic], Ledantes, Caloca y Valdeprado a una altura de cinco metros próximamente. Gran parte de la iglesia de Bejes se ha hundido bajo el peso de la nieve.

Entre Balmeo y Vega de Liébana hay tal cantidad de nieve que se considera imposible el tránsito de vehículos por lo menos hasta el mes de mayo.

Los hombres que en aquella región iban en busca de los ganados, regresaban generalmente espantando delante de sí gran número de corzas y jabalíes que atolondrados penetraban en las viviendas. En Tama, pueblo de los más bajos de la comarca, los jabalíes llegaron a refugiarse en los portales de las casas".

Aunque probablemente los metros de altura se midieran en ventisqueros, con tanta nieve, lógicamente se producen importantes daños. Así, "el Alcalde de Camaleño participa haberse hundido en aquel distrito varias casas sin que ocurrieran desgracias personales. La nieve alcanzó en aquellos pueblos de 1’40 a 6 metros de altura, estando incomunicados entre sí".

Y también es lógica la petición de ayuda, que recoge el periódico el 11 de marzo:

"De Potes dan cuenta de la angustiosa situación del partido judicial a causa de los temporales y solicitan que se acuda en auxilio de aquellos vecinos para hacer frente a la miseria que sobre ellos se cierne.

Allí llegan todos los días noticias a todo el distrito participando hundimientos totales o parciales, principalmente de casas de labor, y de desgracias personales".

No indica cuáles eran esas desgracias personales pero sí justifica la crítica situación en que quedan: "Consumidos ya los acopios de forraje, hay muchos vecinos que han empezado a dar a los ganados lo que tenían destinado al escaso alimento de las familias; y aumenta en gran parte la angustiosa situación de todos, la paralización de los trabajos agrícolas, principalmente los de las viñas que empezaban otros años en febrero y proporcionaban ocupación a muchos jornaleros. Es, pues, indudable ya, que la miseria más espantosa ha de afligir a estos habitantes, si no se los proporciona recursos que en lo posible la remedien".

Avisaba también El Atlántico de las posibles graves consecuencias del desnieve, por ser los corrimientos allí "más temibles que en ningún otro»" lugar. Afortunadamente, dice, el desnieve, "que no llega todavía a un tercio", está siendo lento, lo que, por otra parte, es perjudicial "por el mucho tiempo que han de estar cubiertos los campos y paralizadas todas las labores".

En la misma situación, "verdaderamente miserable", estaban en Peñarrubia, como se dice unos días después, cuando se destaca que "el día 26, algunos vecinos a cuyo frente iba don Rafael Allende, salvaron a una mujer que hacía cerca de una semana que se hallaba en una cabaña enterrada en la nieve, en uno de los puertos". El Ayuntamiento de Peñarrubia cuantificó las pérdidas en 12.384 pesetas de entonces.

Para intentar paliar la pésima situación, el gobernador civil hizo espalear la nieve del puerto de Piedras Luengas y se puso en contacto con el de Palencia para que hicieran lo propio por la otra vertiente para que se pudiera restablecer la comunicación "más necesaria que nunca en virtud de la falta de alimentos de personas y ganados, que viene afligiendo a aquellas comarcas".

También se decía el 23 de marzo que por "los desprendimientos de tierras y avalanchas de nieve caídas sobre la carretera no ha podido circular por ella el coche de Unquera".

Igualmente la carretera de Potes a Camaleño sufrió importantes desperfectos: "Cunetas y tageas han quedado cegadas en su mayor parte, corriendo las aguas por la carretera. Los desprendimientos han sido muy considerables, y con las tierras arrastradas han venido sobre la carretera las de cepas y viñas que quedan en deplorable estado, sobre todo en el kilómetro 7".

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La situación se agravó con el desnieve que, al final, se debió acelerar: "Dicen de Potes que con el desnieve, el día 26, los ríos habían crecido un metro 70 centímetros sobre su nivel ordinario; arrastrando su corriente ganados y árboles, y aún madera de algún molino que se supone haya sido destruido.

En Camaleño, Vega y Valdeprado, las pérdidas de todo género son considerables, especialmente las de ganado. Algún propietario que tenía 60 reses menores, se ha quedado con seis. La escasez de alimentos es también muy grande".

Si esto publicaba el 29 de marzo El Atlántico, el 2 de abril otro periódico, El Correo de Cantabria, insistía también en la pésima situación de la comarca:

"A qué estremo [sic] no habrá llegado la necesidad de aquellos vecinos enterrados en la nieve y sin comunicaciones durante más de un mes, cuando se vieron precisados a arrancar y quemar las escaleras de sus casas para no morir helados.

Además, nos dice [un amigo llegado del distrito de Potes], no queda en toda Liébana ni un grano de maíz ni de trigo para alimento de sus moradores". Y concluye: "Como se ve la situación de dichos pueblos no puede ser más angustiosa".

Pronto comenzaron a llegar algunas ayudas gracias a una comisión que se organizó en Santander para recaudarlas- Así, el 12 de abril se da cuenta del envío al alcalde de Tresviso de "300 kilos de arroz, 100 de garbanzos, 100 de harina y dos bultos conteniendo ropas", recibidos de varios donantes.

La ayuda oficial tardó más en llegar ya que hubo que esperar hasta el 25 de agosto para que gobernador civil y presidente de la Diputación visitaran Liébana "con el doble objeto de repartir los socorros entre los perjudicados por las últimas nevadas y de formar juicio más exacto sobre las necesidades morales y materiales de los pueblos".

Hasta aquí lo que hemos podido recopilar de los efectos en Liébana de la gran nevada de 1888, de la que quien lo desee puede obtener más detalles de su desarrollo en otras zonas en Meteored.


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