Para justificar la calificación, se alude a motivos geográficos, históricos, artísticos y hasta paisajísticos. Así, se dice que "La cuenca que recoge las aguas del río Deva, en la ladera norte de las montañas cántabras, forma un valle, el de Liébana, de extraordinaria personalidad, del que es cabeza la villa de Potes, y del que forman parte varios núcleos urbanos, tales como CilIórlgo, Peñarrubia, Espinama, La Hermida y otros".
Se recuerda que "En las montañas de Liébana se hicieron fuertes los naturales al comenzar la Reconquista para impedir el paso a los mahometanos invasores, contra los cuales mantuvieron entre Cosgaya y Lubiedes [sic] una batalla decisiva, similar a la de Covadonga".
Además, "allí se encuentra el famoso monasterio de Santo Toribio, de Liébana, ya declarado Monumento Histórico-Artístico, que fué durante siglos un foco relevante de vida cultural y espiritual, y en el que se conserva el mayor fragmento que existe del «Lignum Crucis». En los alrededores del monasterio existen también restos de ermitas románicas, vestigios de la vida de los monjes medievales, en las que muchos de aquéllos hacían vida de ermitaños".
Finalmente, se completa la justificación de la designación, afirmando que "Todo el valle, en suma, posee una gran unidad natural e histórica y es una zona de gran belleza, que alcanza cimas, como la vista del pueblo de Turieno, de urbanización medieval y espléndida perspectiva, que tiene como fondo el macizo rocoso y nevado de los Picos de Europa".
Como vemos, quedaron excluidos los valles de La Vega y Cabezón-Pesaguero.