Píldoras de Historia

Semana Santa: los oficios de tinieblas

Dentro de los actos que se celebraban en Semana Santa estaban los oficios de tinieblas, que tenían lugar al atardecer del miércoles, jueves y viernes.

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«Las tinieblas del Jueves y Viernes son dignas de especial mención, porque un coro compuesto de afamados cantores entonó con gran perfección un solemne Miserere que a todos gustó mucho. Es de lamentar que tan solemnes funciones resulten algo afeadas por el escandaloso alboroto que arman los niños en su afán de meter ruido no reparando en medios y llegando a imponentes excesos que es necesario evitar para en lo sucesivo».

Esto escribía La Voz de Liébana en su número del 30 de abril de 1922 al dar cuenta de las celebraciones de la Semana Santa de aquel año en Potes. De en qué consistían estas celebraciones y su origen, encontramos una buena explicación en la Wikipedia, donde, entre otras cosas, leemos:

«El oficio se realiza con todas las luces del templo apagadas con excepción de las quince velas encendidas en un tenebrario (un candelabro triangular especial) en el centro del templo. Las velas se apagan progresivamente conforme avanza el oficio y al final ocurre un "terremoto" o "estrepito", cuando en total oscuridad los fieles golpean sus bancas con libros, matracas o con sus manos, produciendo un gran ruido (estrépito), en conmemoración del terremoto que acompañó a la oscuridad de la Crucifixión de acuerdo con el Evangelio de Mateo».

En Liébana, para conseguir ese estrépito se utilizaban carracas y matracas, sobre todo, pero, como vemos en la noticia antes transcrita, los niños podían excederse utilizando cualquier cosa.

En Potes parece que a principios del siglo XX estas celebraciones eran más destacadas el Jueves y el Viernes Santo, siendo menos relevante la del miércoles. Así en la noticia de 1912 de La Voz de Liébana se señala que En los oficios de tinieblas del Jueves y Viernes se cantó el miserere de Gorrini por los señores Gregorio Muñiz (padre) don Sergio Ibañez (padre) don Arturo M. Cuevas, don Álvaro Fernández, acompañados por el Organista don Antolín Viñas, y el deseo de oír a tan buenos aficionados atrajo al templo gran concurrencia.


Enlaces relacionados:

- Reportaje sobre la Semana Santa en Liébana.

- Del canto del Miserere de que habla la noticia de 1922, puede dar una idea este cantado en 2015 en Zamora.

Biblioteca Virtual Lebaniega

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