Potes, 2 de noviembre de 2013

Varios miles de personas llenaron esta mañana las calles de Potes con motivo de la feria de Los Santos. A ello contribuyó la buena temperatura (21º marcaba el termómetro de la farmacia). Sólo a partir de la una y media hizo aparición la lluvia.

La vía principal de la Villa, así como el ferial de La Serna y el campo de Santa Olaja, fueron un hervidero de gente que recorría el casi centenar de puestos del mercado y que admiraba el buen ganado presente en la feria, casi medio millar según fuentes de la organización. Cientos de cabezas de vacuno y, en menor medida de equino, junto a algún ejemplar de ganado asnal, se repartían entre La Serna y la exposición de Santa Olaja. En ésta, destacaban las buenas cabañas integrantes de la S.A.T. que hicieron su entrada alrededor de las once atravesando las calles de Potes, levantando gran expectación.

Según detalla Pepe Redondo, las transacciones según algunos ganaderos discurrieron lentas y en general a bajos precios, si bien es verdad que "cada uno cuenta la guerra según le va en ella, nos decían algunos". El bovino, según la mayoría de las opiniones valía poco y se vendía mal, con la excepción de las pardas de montaña. Tampoco se quejaban los hermanos Lamadrid, de Cahecho. "Para nosotros la feria no está nada mal. Estamos vendiendo bien sobre todo los novillos para reproducción, a 2.000 euros por cabeza, que tal como está el ambiente no es para desdeñar". El titular de la ganadería, Jorge Lamadrid, presentó un toro Limusín que fue el centro de atención tanto en la pasá por las calles, como más tarde en Santa Olaja. Sin duda alguna fue el objetivo más captado por las cámaras de profesionales y curiosos. En cuanto al equino, Roberto Alles, ganadero de Bejes, nos contaba que había venta, pero barata, excesivamente bajos los precios. Ante la broma de ofertar un "dos por uno", su padre comentaba que "no dudaría en hacerlo si luego en los negocios donde se vende la carne hicieran lo mismo hacia el consumidor, pero nunca es el caso, más bien todo lo contrario", apostilló. Como viene siendo habitual en las últimas ferias, en La Serna se encontraba el ganado que tiene como requisito la carta Verde Ganadera así como el estar saneados recientemente. En la parte del Polideportivo, Santa Olaja, se instaló el ganado en Exposición. Este ganado tiene como característica el que no se pueda vender de forma directa al carecer del saneamiento reciente aunque si disponen sus propietarios de la Carta Verde Ganadera. En el caso de realizar alguna transacción, la cabeza vendida ha de regresar a la cuadra de origen donde ha de ser saneada para que pueda ser trasladada por el comprador hasta su domicilio.

Puestos de todo tipo se instalaron desde la Plaza hasta el antiguo matadero municipal. Desde los que ofrecían productos de la tierra como castañas, manzanas, nueces, cebollas y demás comestibles hortícolas, o los que venían de diferentes lugares con sus ofertas de Pan y bollería en general, textil, artilugios para afilar y cortar de todo o limpiar cristales cómodamente. Llamó especialmente la atención una máquina muy simple capaz de trocear la leña en cualquier posición, ideal para los que utilizan este combustible durante el invierno.

De todos modos, lo que pudo ser un éxito total del evento, quedó en un sabor agridulce al cambiar la meteorología a partir de la una y media de la tarde con la presencia de un aguacero que duró cerca de dos horas que fueron más que suficientes para provocar la diáspora de los protagonistas de la feria: personas y ganado. Con ello también los más del centenar de puestos hubieron de echar el cierre y, aunque durante la tarde alternó la lluvia con los claros, la cosa ya no fue lo mismo, ya que los que aguantaron en el recinto ferial vieron como las transacciones registradas fueron mínimas.

A destacar el infatigable trabajo de los operarios del Ayuntamiento, ayudados en todo momento por los miembros de la Policia Municipal, para delimitar estrictamente los espacios del pueblo para su ocupación el día de ayer. Tampoco se puede olvidar la actividad de los miembros de la Guardia Civil local y los llegados de otros destacamentos en la regulación del tráfico y el ordenamiento peatonal, así como el comportamiento ejemplar de ganaderos y visitantes a la hora de cumplir la normativa requerida.

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