16 junio de 2014

UN AÑO DESDE QUE UN ARGAYO DESTRUYERA UN PUEBLO Y "ARRUINARA" LA VIDA A TRES FAMILIAS.

Se cumple un año desde que los propios vecinos de Sebrango llamaran a los responsables de su Ayuntamiento de Camaleño muy inquietos y preocupados por lo que vieron bajar por la ladera donde ya en el año 2005 se deslizó la lengua del "dormido" argayo "San Pelayo", y lo que oyeron bajo sus pies a cada paso que daban en el pueblo y alrededores. La aparición de grietas de grandes dimensiones aumentó esa preocupación. Lodo, desprendimientos, ruidos extraños y otros fenómenos, hacen que los vecinos se pusieran en contacto con los regidores municipales para que "supieran lo que estaba ocurriendo, pero sin pensar que aquello evolucionaría de este modo. La "normalidad" se vió alterada por la aparición de numerosas grietas y el jefe de los bomberos que se encontraba allí decidió, con el respaldo del Teniente de alcalde del municipio, José A. Fernández y la Guardia Civil evacuar a los vecinos". Por su parte, el alcalde, Óscar Casares, confirmó entonces "la seriedad de la evolución del fenómeno y lo único que deseo es que se paralice su actividad, que encuentre la resistencia suficiente a su paso para que no siga avanzando, de lo contrario la situación, ya seria, podría complicarse mucho". Y ¡vaya! si se complicó, hasta el punto que también los vecinos de los LLanos "sufrieron" su particular destierro, aunque ellos tuvieron más suerte, ya que días más tarde regresaron a sus hogares volviendo a la rutina, si bien esta ya nunca fue igual porque la preocupación aún perdura.

ALERTA ha querido rememorar, junto al alcalde del municipio, Óscar Casares, aquella desgraciada situación y cómo han evolucionado los acontecimientos geológicos y personales en estos doce meses que han transcurrido.

PREGUNTA.- ¿Recuerda el día que le avisaron del despertar del argayo y quien lo hizo?

RESPUESTA.- Yo estaba trabajando el día 13 de junio y por la noche me avisaron los propios concejales, que fueron los primeros que se acercaron hasta Sebrango alertados por los vecinos de lo que estaban viendo y oyendo.

P.- ¿Que fue lo primero que se le vino al pensamiento cuando subió y vió la situación?.

R.- Me vino a la cabeza lo del 2005, pero esto no tenía nada que ver por las grandes proporciones que en unas horas había tomado la situación. No tuve por menos que pensar que iba a bajar todo en cuestión de horas o de días, que arrasaría Sebrango y Los Llanos así como la carretera general, y que no pararía hasta llegar el Deva. Solo de pensarlo ahora no puedo evitar un escalofrío. Los cambios eran brutales en cuestión de horas, por tanto había poco margen para el optimismo.

P.-. Las primeras semanas tuvieron que ser de mucho estrés para todos viendo el ritmo en el avance del argayo. ¿Como lo llevaban?

R.- Desde el momento en que tuvimos que evacuar a los vecinos de los dos pueblos, la preocupación fue máxima. Esta era una situación nueva para nosotros y para la Administación Regional. No había experiencia para gestionar este tipo de situaciones, no sabíamos de protocolo de actuación, lo que significaba que cada paso que dábamos era todo pura lógica, palos de ciego en definitiva. Nos ayudó mucho la solidaridad de la gente y la pronta actuación de los responsables políticos del Gobierno Regional. De inmediato, y según corría la noticia, aparecía gente por todos lados y de todos los ayuntamientos de la comarca. Una vez más se demostró que los habitantes de Liébana son siempre solidarios en situaciones donde es necesario arrimar el hombro. Lo malo es que poco se podía hacer porque luchar contra la naturaleza suele tener poco éxito.

P.-¿Qué contacto tiene con los vecinos que no han podido regresar a sus casas?

R.- Desde entonces hablo mucho con ellos, el contacto es muy cercano. Mayte Lago vivió durante algún tiempo en una casa que le proporcionó el Ayuntamiento de forma gratuita. Después alquiló un piso en La Molina, cercano a Potes, y le ayudamos económicamente sufragando el recibo de la luz el Ayuntamiento. Raúl y su madre ya vivían en Los LLanos y allí siguen. Quizá el peor parado sea Marcos González ya que junto a su hermana y su madre, ha tenido que empezar de cero, igual que los demás, pero con lo que eso significa para un hombre que no ha conocido más trabajo que sus animales y con un apego especial a su entorno. Sé que lo está pasando muy mal, pero no es posible hacer otra cosa que la que estamos haciendo. No hemos olvidado en ningún momento a los vecinos, lo que ocurre es que las cosas administrativas van muy despacio, demasiado despacio. Además las ayudas por este tipo de catástrofes no están reguladas, por lo que hay que ir muy poco a poco intentando ver la manera de habilitarlas para poder entregarlas a los afectados. El tema no es tan simple como puede parecer, por eso hay que ir dando pasos con pies de plomo porque estamos hablando de dinero público para una situacion no regulada. Pero llegarán. El ayuntamiento y la Administración Regional tenemos un contacto muy fluido y esto tiene que dar sus frutos sin mucha demora.

P.-. Y el argayo, ¿cuál es su situación actual?

R.- Los técnicos, que realizan revisiones y mediciones con mucha frecuencia dicen que está estabilizado. De momento los únicos movimientos registrados son los llamados de "ajuste", pero no avanza prácticamente nada. Se realizaron obras para achicar todo el agua en la gran bolsa que se había formado y todo se ha canalizado hacia el rio. La impresión es que en estos momentos no hay agua que "empuje" a la cabeza de la lengua, pero estamos hablando de la naturaleza, por tanto esto, con ser importante, no quiere decir que haya resuelto el problema. Ojalá y se pudiese afirmar una cosa así, pero la naturaleza es imprevisible.

P. ¿Se siente satisfecho de su actuación durante y después de todo lo vivido?

R.- Me siento satisfecho porque he hecho todo lo que he podido y sabido. Como he dicho con anterioridad, esta fue una situación de la que poco sabíamos en la forma de actuar y en los protocolos en general a seguir, por tanto no nos quedaba otra que estar al pie de "obra" a todas horas y eso creo que lo hemos cumplido. Quizá los afectados o desde otros puntos no tengan esa opinión, todo es respetable, pero lo cierto es que entonces y después nos hemos preocupado por hacer las cosas bien y creo que se han hecho. Otra cosa es que los resultados de las acciones no sean del agrado de algunos, pero la conciencia está tranquila y por mi parte creo que he actuado como debía: estando cerca de los vecinos en cada momento y gestionando las situaciones lo mejor que pude.

P.- "Qué diría a esos vecinos que ya no podrán volver a sus domicilios donde dejaron tantos sueños, ilusiones y vivencias?.

R.- Sé que es muy dificil pedirles nada a quien lo ha perdido todo y, además, han tenido que iniciar otra vida que nada o poco tiene que ver con la que tenían en su pueblo. Por tanto solo decirles, aunque eso ya lo saben, que estamos aquí para intentar solucionar lo que se pueda, que en ningún momento olvidamos su situación y que seguro paliaremos, sin tardar mucho, esa angustia que aún perdura en ellos y que seguro les acompañará siempre. Lo que sí voy a aprovechar a pedir a las administraciones es que sería muy bueno que de vez en cuando se realizaran simulacros y se habilitaran protocolos de actuación en situaciones similares a lo que ocurrió hace un año. De ninguna manera, como es obvio, deseamos que se presenten, pero cuando se habla de la naturaleza nada se puede descartar, por eso lo mejor es estar preparados para cualquier cosa.

(Informa Pepe Redondo).

Enlaces relacionados

.- Argayos en Liébana.

.- Sebrango y su argayo.

.- Reunión del Gobierno en Camaleño y medidas de emergencia.

.- Noticias relativas al argayo a lo largo del mes de junio de 2013.

.- 26 de junio 2013

.- La ermita afectada

.- Retorno de los vecinos de Los Llanos.