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Cientos de devotos acompañan a la Virgen de Valmayor hasta su ermita

15/08/2015

Animados por la buena climatología reinante en este sábado , aunque en momentos puntuales el calor se hizo notar, sobre todo en el trayecto de ascenso y cuando el sol "podía" con las numerosas nubes con que amaneció el cielo en la comarca de Liébana, cientos de romeros devotos y simpatizantes, acompañaron a la imagen de la Virgen de Valmayor, Patrona de Potes, desde la parroquia de San Vicente Mártir de la localidad lebaniega, hasta su ermita situada en un lugar privilegiado con unas vistas extraordinarias de los Picos de Europa y a una distancia aproximada de la villa de kilómetro y medio.

Eran las doce y cuarto del mediodía cuando el repicar de las campanas anunciaba la salida de la Virgen de la iglesia. Subida en andas, sostenidas por miembros de la Cofradía que lleva el nombre de la Virgen al principio, y por el gran número de devotos durante el resto del trayecto, la comitiva, con el arcipreste de Liébana y párroco de Potes Elias Hoyal al frente comenzó su caminar.

Nada más salir del templo, se unió a la misma el alcalde de Potes Javier Gómez quien acompañó la procesión hasta la ermita, así como la concejala de cultura del ayuntamiento, Eva Cotera y el concejal de festejos Angel Morán.

La Guardia Civil, con el comandante de puesto, Juan Jimenez y la policía local se encargaron de la organización del tráfico durante el trayecto de la procesión hasta tomar el camino de ascenso a la ermita en el cruce de la nacional 621. En el mismo se lleva a cabo la primera parada, para que aquellos que por unas u otras razones no pudieran acceder hasta la ermita, se despidieran de la Virgen. Tras el canto de rigor, reanudación de la marcha con el rezo del rosario y con nuevas paradas que sirvieron para coger aire, no hay que olvidar que el camino hasta la ermita presenta algunas rampas que no todos pueden subir holgadamente, hasta que sobre la una menos cuarto, se llegó al lugar donde se desarrollarían la mayoría de los actos de la jornada: la ermita de Valmayor y las campas adyacentes.

El acto religioso fue celebrado por el párroco de la villa y Arcipreste de Liébana Elías Hoyal en el exterior de la ermita . Durante su desarrollo, el arcipreste de Liébana dijo que "era necesario tomar ejemplo de la Virgen cuando no dudó en subir montañas para ir en ayuda de su prima Isabel". Hoyal "lanzó" este reto humanitario protagonizado por María y se preguntó "si seremos capaz de practicar la HUMANIDAD entre nosotros en un mundo tecnificado en el que sabemos de todo en pocos minutos, no importa lo lejos que suceda, y seguimos sin darnos cuenta del sufrimiento de los que tenemos cerca".

Terminada la Misa, se celebró la tradicional procesión alrededor de la ermita amenizada con el sonido de los piteros, también lo hiceron en la subida desde Potes, para seguidamente volver al templo y cantar una salve. Al finalizar los actos propiamente religiosos, Elías Hoyal rezó un responso por todos los cofrades fallecidos y , acto seguido, bendijo los porrones de vino blanco, las galletas y dulces en general, y la comida que los romeros portaban. Se pasó así a degustar los dulces y el vino blanco como es tradición, alternando el "aperitivo" con cantos a la Virgen y canciones del folclore comarcal en diversos corros formados de manera improvisada.

Según llegaba el cansancio y aparecía el apetito, cada cual se buscó su lugar en la amplia campa para reponer fuerzas con el clásico torto preñao, la socorrida y apetitosa tortilla de patatas o los filetes de la buena carne lebaniega, todo ello acompañado con los termos llenos de buen café o el té con orujo, aunque el que lo subiera de casa también podía tomarlo en el bar de la Comisión.

Tras la romería, donde tampoco faltó el baile animado por Peña Sagra, se volverá a Potes, no sin antes merendar en la Tejera y, a esperar a la próxima edición. (Informa Pepe Redondo).

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