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"Lebaniegas" con connotaciones muy especiales

15/07/2015

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"La Lebaniega" es la credencial específica que, unida a un documento acreditativo, tiene el Camino Lebaniego para certificar que el peregrino ha realizado el mismo por cualquiera de las vías existentes.

El pasado lunes día 13 de julio se extendieron cinco de estas con connotaciones muy especiales, ya que fueron las primeras que logran cinco peregrinos que utilizaron la Vía Castellana para acceder hasta Santo Toribio y la Vanidiense para salir, con la bicicleta de montaña de compañera inseparable. Pero además, es singular el hecho de que son los primeros que lo logran tras la declaración, por parte de la UNESCO, del Camino del Norte, en el que se incluye el ramal del Camino Lebaniego, como Patrimonio de la Humanidad el 5 de julio. Pero no acaban aquí las singularidades de esta peregrinación, que llegó a Potes en uno de esos días de intenso calor que nos está azotando durante las últimas fechas, ya que a sus cinco componentes les unen lazos familiares en diferentes grados: padres, hijos, hermanos y primos.

Abordamos a Toño, Carlos, Gonzalo, Pablo y José María, que así se llaman los peregrinos en cuestión, cuando se disponen a recibir la "Lebaniega" en el Centro de Estudios Lebaniegos. Antes habían sido recibidos por la Directora del CEL, Pilar Gómez Bahamonde, dándoles la bienvenida y deseándoles muchas suerte para la vuelta.

Nos cuenta Carlos Fraile, portavoz del grupo, que "precisamente ha sido Pilar la que nos animó en gran medida para meternos en la aventura al darnos cantidad de información, y estando pendiente en todo momento para que no nos faltara ningún detalle de la ruta a seguir". "Ya conocíamos esta zona, pero en plan visita turística en coche y nos apetecía hacerlo en bicicleta, y desde luego no tiene nada que ver una cosa con la otra. Es una auténtica pasada el patrimonio paisajístico y arquitectónico que se puede observar por el camino".

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" Salimos de Estalaya, localidad cercana a Cervera de Pisuerga, sobre las ocho y cuarto de la mañana y llegamos a Potes sobre la una y media del medio día, realizando diferentes paradas para reponer fuerzas y para solucionar el único "contratiempo" a reseñar: un pinchazo. Tras pernoctar en el Albergue de Peregrinos de Potes, que dicho sea de paso es una auténtica maravilla, seguiremos camino hacia Riaño, en la provincia de León. Por tanto entramos por la llamada Ruta Castellana del Camino Lebaniego (declarada así mismo Bien de Interés Cultural): Puerto de Piedras Luengas, Cueva, Avellanedo, Yebas, Potes y salimos por la Vanidiense, atravesando el Valle de Cereceda a salir al puerto de San Glorio, aunque ya sabemos que hay otro ramal Vanidiense que tiene salida por el Valle de Camaleño y el Puerto de Pandetrave".

Inquirimos a Carlos de la actitud de los tres jóvenes que realizan la peregrinación. "En el aspecto, digamos, "físico", están como motos, hay que cogerlos con lazo para que no se nos vayan más de la cuenta. En lo que respecta a la motivación peregrina, la palabra es "impresionados". A veces quizá ponemos a la juventud una etiqueta muy equivocada en el sentido de que no les interesa nada, que van a su bola y pasan de todo, pero en este caso te puedo decir que no es así. Están viviendo la experiencia de una forma especial, todo les llama la atención y disfrutan con lo que ven y lo que oyen. Por tanto experiencia muy positiva y gratificante para ellos que seguro les servirá de mucho, a ellos y posiblemente a sus amigos, porque estas cosas corren de boca en boca cuando salen bien y la bola se hace cada vez mayor". Se marchan de Potes, no sin antes contarnos que han degustado el Plato lebaniego, a base de productos de la zona, en el Café de Cabo, "todo exquisito y con las calorías necesarias para reponer esas fuerzas que nos van a hacer falta en el resto del camino, con una gran sensación, además nos ha informado Pilar que somos los primeros en hacer la ruta por entrada y salida distinta, en bicicleta y tras la declaración de Patrimonio de la Humanidad, hecho este último que tampoco conocíamos y que nos enteramos al contactar con el punto de información del Peregrino en el Centro de Estudios Lebaniegos, por tanto llevamos la mochila llena de experiencias positivas y que contaremos a quienes las quieran oir, invitándoles a que realicen la ruta. En mi caso, y si nada me lo impide, volveré a repetirla porque todo lo merece".

(Informa Pepe Redondo).


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