26/09/2015

Hoy, último sábado de septiembre, la Virgen de la Salud fue bajada en procesión desde su ermita en el puerto de Áliva hasta la parroquia de Pembes donde permanecerá hasta el próximo mes de junio.

En un día muy agradable, nuboso inicialmente pero con buena temperatura predominando el sol a medida que avanzaba la mañana, unas 150 personas asistieron a la misa celebrada en Áliva antes de comenzar el descenso. Fue oficiada por Javier Ruiz, sacerdote de la parroquia santanderina de San Francisco que hace unos cuantos años acudía a Pembes en verano con jóvenes de su parroquia. Destacó en la homilía la importancia de la fe, como tuvo María, y de que esa fe cambie nuestra vida.

Tras la misa comenzó el descenso. Un centenar largo de personas, entre las que se encontraban, al menos, dos octogenarias María Agustina Portilla, de Pembes, y Marcelina Guerra, de Los Llanos, lo comenzó hasta el cruce del camino a Espinama, siendo una setentena los que llegaron hasta Pembes realizando todo el trayecto a pie. Durante el recorrido se hicieron las habituales paradas en el cruce con el camino de Espinama, en Cogollos y en La Jalguera, donde el sacerdote esperaba para recitar alguna oración, al igual que a las puertas de la iglesia de Pembes, donde se rezó un responso por todos los difuntos y se entonaron la Salve y el himno a la Virgen de la Salud. Ya durante el camino había habidos cánticos dedicados a la Virgen.

Llegados a Pembes a las 14:10, los vecinos ofrecen a los peregrinos un aperitivo.

Pueden verse más fotos aquí.

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