15/05/2016

Como es tradicional en una cita que se remonta nada menos que a la Edad Media, coincidiendo con el domingo de Pentecostés, la reliquia del Lignum Crucis que se venera en el Monasterio de Santo Toribio es bajada bajo palio en procesión hasta la localidad de Potes.

Siguiendo el horario previsto la Reliquia inicio su camino en Santo Toribio, sobre las 10 de la mañana, portada por los padres franciscanos Juan Ignacio y Pagola, congregación que desde hace más de cincuenta años son los Guardianes del Monasterio.

En la comitiva se encontraban presentes los alcaldes de Camaleño, Oscar Casares y de Potes, Francisco Javier Gómez. La procesión es acompañada por numerosos miembros de la cofradía de la Santa Cruz con su Presidente, Javier Lombraña al frente. Lucen en la misma el estandarte y a los lados los velones, todo ello llevado por cofrades de la Santísima Cruz.

El repicar de campanas del Monasterio despedía a la comitiva que, entre cantos y rezos a lo largo del camino, llegó hasta el cruce de Fonfría, límite territorial entre los ayuntamientos de Potes y Camaleño, donde esperaban el alcalde de Potes, Francisco Javier Gómez y el Arcipreste de Liébana, Elías Hoyal, quienes realizaron el relevo tradicional tras el saludo a las autoridades presentes.

Los alcaldes cruzando sus bastones de mando, y los sacerdotes cambiando de manos el Lignum Crucis. También esperaban en este punto los miembros de la Policía Municipal de Potes y una dotación de la Guardia Civil, esta última encabezando la comitiva desde el propio Monasterio para regular el tráfico hacia el mismo. Desde Fonfría, es la local quien realiza esta función de abrir paso y controlar junto a la Guardia Civil. Así mismo numerosos fieles de Potes se unieron a la procesión que siguió su discurrir por todo el casco histórico de la villa lebaniega y pasando así mismo por las ermitas de San Cayetano y la Virgen del Camino que abrieron sus puertas y fueron engalanadas para la ocasión, la procesión arribó a la Residencia de Ancianos Félix de las Cuevas donde, tras ofrecerla para adorarla a los ancianos impedidos y personal que se encontraba trabajando, se celebró la Santa Misa en la capilla del centro y la consiguiente adoración del Santo madero por los asistentes.

Más tarde, Reliquia y fieles se desplazaron hasta la iglesia de San Vicente Mártir donde tuvo lugar la Misa Mayor a las doce del mediodía y, una vez terminada esta, el regreso del Lignum Crucis, en esta ocasión en coche, a su sede del Monasterio de Santo Toribio.

Los balcones de la Villa de Potes lucían muchos de ellos la bandera española al paso de la comitiva.

Informa Pepe Redondo.

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