02/05/2016

Cientos de lebaniegos, devotos de la virgen, curiosos visitantes que pasan en Liébana este puente festivo en algunas comunidades, y autoridades entre las que se encontraban el Consejero de Presidencia y Justicia Rafael de la Sierra, diputados regionales, alcaldes y concejales de los ayuntamientos lebaniegos, presidente de la mancomunidad de Liébana y Peñarrubia, y miembros de las cofradías de la Virgen de la Luz y de la Santísima Cruz, con sus presidentes Francisco González y Javier Lombraña, respectivamente, acompañaron este lunes a la Virgen de la Luz en los diferentes actos que se celebraron a lo largo del día. Actos que dieron comienzo a las siete de la mañana con la misa de novena en la iglesia de Aniezo oficiada por el párroco de Potes y Arcipreste de Liébana, Elías Hoyal. Acudieron gran cantidad de fieles, muchos jóvenes que garantizan así la continuidad de esta tradición, y que se desplazaron hasta Aniezo andando o en coche, en una mañana que se presentó fresca en sus comienzos debido a la helada nocturna, pero que según fue avanzando el día se presentó cono una jornada espléndida de sol propicia para caminar, si bien en las zonas más empinadas de los 24 kilómetros de los que se compone el recorrido procesional, sobraba parte de la ropa necesaria a primeras horas.

Tras la misa, comenzó la procesión y entre paradas y repiques de campanas, a la comitiva se fueron uniendo además de los fieles, los característicos pendones de Cambarco, Cillorigo de Liébana, Potes y Camaleño, además del perteneciente a la Cofradía de la Santuca, produciéndose así mismo y como reza la tracidicón, el cambio de “mando” entre los alcaldes de los ayuntamientos de cuyos límites salía la procesión, con el que se entraba, con el ya ancestral choque de bastones entre los ediles respectivos.

Así mismo, el repicar de campanas de las iglesias por donde pasaba la procesión era llamativo, como también lo era la tradicional colocación de banderas españolas y de la comunidad cántabra en muchos balcones de las casas por donde circulaba la comitiva.

Durante todo el trayecto, el tráfico estuvo regulado por una extensa dotación de la Guardia Civil de Tráfico y la policía municipal de Potes.

La parada más emotiva, como es habitual, se produce sin duda en la puerta de la Residencia de Ancianos Felix de las Cuevas de Potes. Allí, todos aquellos residentes que se valen por sí mismo acuden a adorar a “su” Santuca, otros lo hacen en silla de ruedas y los demás observan con alguna lágrima desde los balcones el paso de la Virgen. Tras el canto de la Salve, se sigue camino, realizando paradas en las ermitas de San Cayetano y San Roque donde se reza durante unos minutos.

En el cruce de Camaleño, los pendones que acompañan la procesión suelen esperar en Potes el regreso de la virgen, hoy no fue así y todos subieron hasta el Monasterio haciendo un pasillo en el encuentro entre la Virgen y el Santo Madero del Lignum Crucis. La excepción viene dada por la celebración de la conmemoración de los 25 años de la Coronación de la Santuca. Trabajo extra para sus porteadores, aunque todos dijeron hacerlo con gusto. Tuvieron a su favor que el viento no apareció y se dominaban mejor que cuando este es protagonista.

Ya en Santo Toribio y a las doce del mediodía, tuvo lugar la celebración de la Santa Misa Solemne. Minutos antes, la Virgen “esperó” la llegada, bajo palio, de su hijo representado por el Leño Sagrado donde fue crucificado. Tras el emotivo encuentro y en procesión se entró en el templo repleto de fieles.

Celebró la misa el obispo de Santander Manuel Sánchez concelebrando con nueve sacerdotes entre los que estaban los Guardianes del Monasterio y el Arcipreste de Liébana. En la homilía, tras el saludo y agradecimiento a todas las autoridades y fieles en general, el celebrante dijo que "Cristo es el sol de justicia, el que no permite que desfallezcamos. Ha dado luz al mundo venciendo a la muerte y al mal. Su madre ha recibido esta luz, por eso podemos considerar a la Santuca como nuestra Señora de la Luz, la que nos ilumina y nos prepara para recibir la luz del Espiritu Santo". Antes de finalizar, la panderetera de Caloca, Lines Vejo, subió al altar y ofreció a los presentes un emotivo canto religioso que fue muy aplaudido. Finalmente los fieles, de forma masiva, así como las autoridades, adoraron la pequeña imagen de la Santuca tras el canto de la Cruz Sacrosanta y la Salve.

Antes de salir de la iglesia, el obispo anunció que había sido autorizado un hermanamiento con Santa María la Mayor de Roma, mediante el cual, entre otras cosas, se podían coseguir las Indulgencias Plenarias en el Santuario de la Virgen de la Luz.

A la salida, se colocó el libro de firmas donde podían estampar la suya todo aquél que lo deseaba.

Acto seguido, la procesión comenzó su regreso hasta Potes donde tuvo lugar una nueva celebración religiosa. A las cuatro y media rezo del rosario y vuelta para la localidad de Aniezo. Entremedias paradas en la Residencia de Ancianos, rotonda de Ojedo, iglesia de Frama, cruce de Puente Vieda, donde desde el pasado año se lleva a cabo una fiesta popular en la Venta con diferentes actividades, La Blanca y la iglesia de Cambarco. En la mayoría de ellas se despedía con el canto de la Salve.

Mañana día 4 a partir de las cuatro de la tarde, la Virgen volverá a su “residencia” de la Ermita de Peña Sagra.

Informa Pepe Redondo.

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