Gabino Santos Briz. 14/11/2020

Con la pandemia de Covid-19 desbocada en Liébana, nos detenemos a analizar los datos disponibles que el Servicio Cántabro de Salud ofrece municipalizados, que no son muchos. Para desagregar estos datos por municipios, el Servicio Cántabro de Salud se basa en los obtenidos de la tarjeta sanitaria. Por tanto, si alguien tiene en su tarjeta un domicilio en un municipio diferente a aquel en que realmente vive, sus datos se imputarán al de la tarjeta.

Los datos más básicos se refieren al número de casos, distinguiendo los totales, los activos, los curados y los fallecidos. Estos son los de los siete ayuntamientos lebaniegos y Peñarrubia hasta el 12 de noviembre, últimos disponibles:

Como vemos, en total se han producido 93 casos, de los cuales permanecen activos 54. Tengamos en cuenta que como "curados" se recogen los que han dado negativo al Covid-19 tras haber dado previamente positivo, pero que algunos de ellos aún conservan secuelas en su cuerpo. Con todo, lo más triste son esos dos fallecidos, una mujer de 89 años, que murió el 7 de agosto, y un hombre de 86, que lo hizo el 3 de noviembre.

El único ayuntamiento que permanece indemne es Tresviso, mientras que Peñarrubia sólo ha registrado un caso, el 20 de agosto. Otros municipios que en los primeros meses se habían librado de la pandemia han detectado sus positivos en los últimos días, como Cabezón y Vega de Liébana, que los acumulan desde el 8 de noviembre y el 31 de octubre respectivamente.

Y es que de los datos municipalizados se pueden distinguir claramente tres fases en los casos localizados en la comarca. Una primera, que coincide con la primera ola de la pandemia, que en Liébana dejó 4 casos, dos en Cillorigo y dos en Potes, registrados entre el 10 y el 29 de abril. La segunda fase se desarrolla en el verano, coincidiendo con la gran afluencia de turistas recibida por la comarca, y afecta, sobre todo, a Potes (12 casos entre el 29 de julio y el 11 de septiembre) y Camaleño (10 casos entre el 30 de julio y el 17 de agosto), aunque también tienen casos Cillorigo (5, entre el 31 de julio y el 4 de agosto), Pesaguero (1 caso el 13 de septiembre) y Peñarrubia (su único caso, del 20 de agosto). En total, 29 casos en esta segunda fase.

La última fase, en la que todavía estamos, muy posiblemente vinculada con el puente del Pilar, registra sus primeros casos el 11 y el 20 de octubre en Camaleño y Potes, respectivamente, generalizándose los casos a partir del día 25. Hasta el 12 de noviembre, son 20 casos en Potes, 13 en Cillorigo, 11 en Vega de Liébana, 7 en Cabezón, 6 en Camaleño y 3 en Pesaguero. En total, 60 casos pueden atribuirse a esta fase, mucho más fuerte que las anteriores.

Otro de los datos que ofrece el SCS es el sexo de los afectados que, en el caso de los municipios lebaniegos, nos permite apreciar que afecta más a mujeres que a hombres ya que de los 93 afectados 50 han sido mujeres y 43 hombres. Se da la circunstancia de que en los dos mayores ayuntamientos el reparto es equitativo: 17 afectados de cada sexo en Potes y 10 en Cillorigo. Las diferencias surgen, sobre todo, en Vega de Liébana, donde ha habido 7 mujeres afectadas por sólo 4 varones, pero también en Camaleño (9 y 7), en Pesaguero (3 y 1) y en Cabezón (4 y 3). En Peñarrubia, el único caso registrado fue de un varón.

Los datos de edades nos confirman que hay afectados de cualquier edad. Así, el menor es un bebé de un año y el mayor, de 94 años. Los hemos recogido en este gráfico:

El mayor número de casos, 30, se registra en el grupo de entre 41 y 65 años, seguido de cerca por los 28 afectados de más de 65 años y los 27 de entre 20 y 40 años. Más lejos quedan los menores de 20 años, que han sido 8.

Si relacionamos estos datos con los de los dos fallecidos, que como dijimos tenían 89 y 86 años, vemos que es para los más ancianos para quienes la enfermedad es más grave. Supone una tasa de letalidad, hasta ahora, del 7,14% para los enfermos de más de 65 años, tasa que sube hasta un tremendo 33,33% si la calculamos sobre los mayores de 80 años afectados, ya que, de un total de seis, dos han fallecido.

De lo anterior se deduce lo importante de evitar que los mayores se contagien. Hasta ahora, en la Residencia Félix de las Cuevas de Potes las medidas adoptadas han sido eficaces y ningún residente se ha visto afectado. Esperemos que siga así y que también en las familias y en nuestros pueblos seamos todos responsables para evitar contagiarlos y para frenar al virus. Cumplir las medidas recomendadas en caso de estar entre los contactos estrechos y en cuarentena, manteniendo el aislamiento, es, para ello, fundamental. Seamos conscientes de que nos jugamos mucho.

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