Noticias de Liébana


Eliminados azudes de los ríos Deva y Bullón

28/9/2021

Durante este mes de septiembre, aprovechando el bajo caudal de los ríos Deva y Bullón, que permite trabajar en el ecosistema acuático sin grandes riesgos y con impacto mínimo, se ha procedido a eliminar obstáculos de los cauces de estos ríos, dentro del programa LIFE DIVAQUA. En concreto, se han demolido dos azudes, uno en cada río, conforme a los anuncios publicados en el Boletín Oficial de Cantabria de los que dimos cuenta en su día. Con ello se pretende acabar con la fragmentación de los hábitats acuáticos de modo que salmones, reos, truchas y anguilas vean facilitados sus desplazamientos a los cursos altos.

Azud del río Bullón. Foto del programa LIFE-DIVAQUA

La actuación sigue la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos del Ministerio para la Transición Ecológica, que considera que «la eliminación de los azudes favorece la restauración de los ecosistemas fluviales por las mejoras en la conectividad fluvial para procesos biológicos y especies, favorece el funcionamiento hidromorfológico y la dinámica de sedimentos, implementa las características del hábitat físico tales como velocidad del agua, sustrato, lugares de refugio, etc. e incluso puede contribuir a mejorar la calidad del agua. Asimismo promueve el desarrollo de los corredores ecológicos de la propia Red Natura 2000».

«En el caso del azud del río Deva la permeabilización se realiza en dos fases separadas, lo que permite analizar la evolución de la cuña de sedimentos y de los márgenes fluviales laterales», se dice en un comunicado, que precisa que en cuanto al del río Bullón, en la ferrería cerca de Ojedo, se ha demolido completamente.

Desde el Programa se señala que, antes de comenzar las obras con maquinaria pesada, «se han capturado y reubicado más de 200 ejemplares de truchas y 50 anguilas en cada tramo fluvial» mediante pesca eléctrica, trasladándolos aguas arriba, a zonas tranquilas, si bien «algunos ejemplares de trucha han sido trasladados al Centro Ictiológico de Arredondo para mantener el stock genético de Cantabria».

Las demoliciones, realizadas con supervisión de la Dirección General de Biodiversidad del Gobierno de Cantabria y de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, se llevaron a cabo de modo cuidadoso para «reducir la turbidez originada por la remoción del lecho fluvial durante la actuación», de modo que no se alterasen la fauna fluvial o los frezaderos.

El Proyecto LIFE DIVAQUA, que contempla nuevas demoliciones en los cauces del Deva-Cares y del Sella en los próximos años, está coordinado por la Universidad de Cantabria a través del Instituto de Hidráulica Ambiental. Como socios beneficiarios participan Red Cambera, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Centro Tecnológico Agrario y Agroalimentario Itagra.CT, Repsol, Fundación Instituto de Hidráulica Ambiental Cantabria y los Gobiernos autonómicos de Asturias y Castilla y León. Cuenta con la cofinanciación de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria y Navarro Generación.

Azud del río Deva. Foto del programa LIFE-DIVAQUA

Voces autorizadas de Potes, como la del arquitecto César Gutiérrez, gran conocedor de la historia de la Villa, pidieron en julio pasado que se conciliara la "conectividad ecológica" del Deva «con el respeto a los pocos vestigios materiales que van quedando en Potes de buena parte de su pasado» ya que, según señalaba, el azud afectado en el Deva «es lo que en Potes conocemos desde siempre como La Estacada, la vieja presa que desde hace muchos años (varios siglos, me imagino) ha servido para desviar el caudal de agua necesario para que funcionaran los varios molinos instalados en ese tramo del Deva inmediatamente próximo a la serna de la iglesia de San Vicente de Potes, y que si conserva ese nombre debe ser porque, antes de ser una construcción de piedra más o menos labrada, sería alguna suerte de obra hecha de estacas clavadas en el cauce del río para impedir y/o desviar el paso del agua, o sea, lo que propiamente es y se llama una "estacada"...». Parece que, pese al origen medieval de los molinos de la Serna, su petición no ha sido atendida.


Compartir en Imagen

Biblioteca Virtual Lebaniega

También en esta sección: