Historia de la Feria de Todos los Santos en Potes
31/10/2015
(Última actualización: 1/10/2020)La feria de Todos los Santos que se celebra en Potes todos los años el 2 de noviembre tiene una larga historia. Hay que remontarse hasta el año 1379 para ver su nacimiento. Fue el rey Juan I el que escribió:
"Yo el Rey por faser bien e merçed al coçeio e omes buenos de la villa de Potes, que es en Lievana, tengo por bien que ayades dos ferias de cada año de aqui adelante para siempre jamas, e que comiençe la una de las dichas ferias primerio dia del mes de Agosto [...], et que dure quinse dias conplidos los primeros siguientes, et la otra que comiençe ocho dias antes de Todos Santos, e que dure fasta otros ocho dias despues de Todos Santos,los primeros seguientes, et dende en adelante de cada anno en la manera que dicha es para siempre jamas".
Las dos ferias concedidas eran "francas e previllegiadas e con todas las franquezas e libertades", es decir que las ventas realizadas en ellas quedaban libres de impuestos. Vemos, pues, cómo Juan I concede esa feria de 16 días, ocho antes de la fiesta de Todos los Santos y ocho después. De ahí le quedará a la feria su nombre.
Desgraciadamente, no disponemos de documentación sobre la feria hasta mediado el siglo XIX, momento en que su duración ha quedado reducida a tres días. Así lo leemos en el Diccionario de Madoz (1849):
"En Potes hay un mercado todos los lunes bastante concurrido; y una feria anual que dura los 3 primeros días de noviembre; a ellos concurren forasteros que compran ganados y venden los art. que faltan en el país; otra feria suele verificarse por el mes de junio".
Por tanto, son el 1, 2 y 3 de noviembre los días a los que ha quedado restringida aquella extensa feria de 16 días. Como vemos, la otra feria concedida por Juan I, la de agosto, ya no se celebra y, por el contrario, se celebra una nueva en junio, probablemente la de San Pedro.
Otra información que proporciona Madoz es la de que acuden forasteros de otras zonas a comprar ganado y vender otros artículos. Entre esas zonas de procedencia de los asistentes se encuentran comarcas de Asturias y León, como recoge ese mismo año 1849 el Boletín Oficial del Ministerio de Comercio, Instrucción y Obras Públicas, en un informe sobre la cría caballar en la provincia de Santander, en el que, hablando de la feria de San Mateo de Reinosa, se señala que "También se proveen en ella los criadores de mulas, de las potras que necesitan para reemplazar sus yeguas, y sigue en la feria de Todos los Santos en Potes, Liébana, donde acude cría de Valdeburón y alguna de Asturias". Vemos, pues, la importancia de la feria para el ganado caballar, con presencia de ejemplares de la zona de Riaño y, seguramente, de Cabrales.
De esa misma década es la primera información de la que disponemos en la que se habla del desarrollo de la feria en sí. Data de 1844, y la breve noticia publicada en el periódico madrileño El Heraldo decía que "Nos escriben de Potes, provincia de Santander , que la feria de dicha población había estado bastante concurrida, vendiéndose mucho ganado caballar, pero no así el vacuno."
Del año 1847 la información, en este caso del periódico La Esperanza, es un poco más amplia:
"La feria de los Santos presentó sus fases anómalas, acabando en punta, como pirámide, esto es, las muletas grandes á peso de oro al principio, al medio se pasó la afección a las yeguas de cria y el fin bastante triste; en lo general, barato el ganado de ambas clases, el de cerda siempre carísimo; cosa grande para los ricos ganaderos, y muy pequeña para los pobres.
La cecina y demás ganado vacuno á precios regulares, el lanar no entra en feria, porque se vende por las majadas. En fin esta feria solo puede decirse buena para los gitanos, que casi se llevan toda la atención pública. Tienen local separado como los israelitas, y por la noche vánse á decir la buenaventura á los pueblos limítrofes, hasta el dia siguiente que vienen tan listos como sus pollinos á presentarse los padenerós en escena mercantil".
Se insiste, como vemos, de un modo especial en el ganado mular y caballar; nos deja constancia de la presencia del ganado de cerda y del vacuno y la ausencia del ovino y aporta ese dato de la presencia de gitanos.
Es con la llegada del siglo XX y la aparición de la prensa lebaniega cuando tenemos más detalles de la feria. Un buen resumen, que nos informa de la procedencia de los asistentes, de los lugares de celebración y de productos que se vendían, lo encontramos en la guía "Liébana y Picos de Europa" que publicó en 1913 "La Voz de Liébana". Dice:
"la [feria] de Todos los Santos (que es la mejor) los días 1, 2 y 3 de Noviembre. A ellas [esta feria y la de San Pedro], como a los mercados, concurren, aparte de los lebaniegos, ganaderos y labradores de Valdeón, Pernía, Polaciones, Tudanca, Lamasón, Peñarrubia, Peñamellera y Cabrales, haciendo algunos de ellos largas y penosas jornadas: tales los de Valdeón, Sotres, Tresviso, etc., que han de atravesar elevados puertos en los Picos de Europa.
En la Serna se hace el mercado de ganados de toda especie y también en San Roque, a la entrada de la Villa, durante la feria de los Santos; y en la Plaza el de granos, hortalizas, frutas, quesos y mantecas, gallinas, huevos, quincalla, aperos, albarcas, loza, etc., etc.".
Otra información importante que nos da es la duración: sigue siendo los tres primeros días de noviembre, como a mediados del siglo anterior, pese a que algunos calendarios que se editaban por aquellos primeros años del siglo XX en Madrid incluían la "Feria de Todos los Santos en Potes" del 1 al 5 de noviembre.
Las informaciones que en los diferentes años publica La Voz de Liébana lo confirman, como también la presencia del ganado en esas dos "estanzas", en La Serna y en San Roque. Así, en 1905 da cuenta de la feria de este modo:
"El tiempo, que en los últimos días de Octubre, hacía presagiar una próxima lluvia, mejoró sensiblemente el día 1º de Noviembre, y se mantuvo sin llover los tres primeros días del mes contribuyendo a que la feria estuviera más animada.
En las dos estanzas, lo mismo en la Serna, que en San Roque, se notaba que había menos ganado vacuno que otros años atribuyéndolo a lo mucho que se había vendido en la feria de Camaleño. En cambio había más ganado caballar que en años anteriores.
Se vendió bastante ganado a precios que los compradores montañeses decían que eran más altos que los de las últimas ferias de Torrelavega, Puente de San Miguel y otras, y que a los vendedores les parecían aun bastante bajos.
A pesar de las quejas de unos y otros, fueron numerosas las transacciones, pues lo vendedores necesitaban deshacerse de ganado, por la escasez de cebo con que se encuentran a la entrada del invierno. Es difícil fijar el número de transaciones, porque el Ayuntamiento, al contrario de lo que en otras partes sucede, no ejerce fiscalización alguna, pero puede asegurarse que excedieron de mil.
El orden ha sido perfecto, no habiéndose registrado ningún incidente, salvo alguna que otra pequeña ratería, difíciles de evitar por mucho que se extreme la vigilancia".
Otro ejemplo del desarrollo de la feria en la primera mitad del siglo XX es la información de La Voz de Liébana de la de 1928:
"Esta feria, como todas las demás que anualmente se celebran en distintos pueblos de la provincia, va perdiendo la importancia que hace años tuvieran, a medida que se van estableciendo nuevas ferias mensuales o quincenales, en puntos que, por su situación estratégica, como Unquera y Torrelavega, por su proximidad al ferrocarril, dan mayores facilidades para el transporte de los ganados.
Por esto, como ya hemos hecho notar hace algunos años, la concurrencia de ganado a esta feria es mucho menor que la que todos recordamos, sin remontarnos a muchos años atrás.
Este año se hizo notar el gran número de compradores que acudieron a la feria, sin duda atraídos por la noticia de los bajos precios que rigieron en la pasada de Camaleño. Y fuera por esta mayor presencia de compradores, o sea porque como reacción natural contra aquella baja, realmente no justificada, los precios tendieron a buscar su nivel normal, el caso ha sido que en esta feria de los Santos se ha notado una tendencia al alza en los precios, alza que si hasta ahora es de poca importancia, es de esperar que prosiga en estos próximos mercados de otoño y que se acentúe en la primavera.
En el ganado vacuno, hubo, relativamente bastantes transacciones, principalmente en jatos y novillos, y en vacas jóvenes paridas o próximas a parir, y algunas vacas gordas.
En el ganado caballar, puede decirse que la paralización fue casi absoluta, y lo poco que se vendió, a los bajos precios que para ese ganado vienen rigiendo desde hace años.
Los días 2 y 3, hubo gran afluencia de gente, que prestó gran animación a la villa, y debió dejar bastantes utilidades al gran número de baratillos de todas clases que en la Plazuela del Convento y en la Serna se instalaron y que a todas horas se veían rodeados de compradores.
La gente joven se entregó, tarde y noche, a su diversión favorita y en la Plaza, hubo momentos que en poco espacio se organizaron tres bailes, al son de tres organillos distintos, no pudiendo explicarnos cómo los bailarines podían saber al compás de cual de ellos bailaban."
Y es que, por aquellos años, la feria era una fiesta. Incluso el teatro, entonces existente en Potes, aprovechaba para organizar representaciones, de modo que allí actuaron en los sucesivos años compañías como las de Antonio Campoamor, Vicente Campos, Luis Quevedo, etc., sin olvidar a La Liebanesa, una sociedad creada por lebaniegos aficionados al teatro que algunos años fueron los que se encargaron de las representaciones.
Tras la guerra civil, la feria queda reducida a un solo día, el 2 de noviembre, aunque sigue conservando el nombre de Feria de Todos Los Santos. Para no alargar demasiado esta reseña, nos limitamos a poner dos ejemplos de su desarrollo en estos años: la información que dio "Liébana Mensual" de la feria de 1979 y la de "Luz de Liébana" de la de 1990.
La feria, aunque no alcanza los niveles que tuvo, sigue siendo la más importante de las que se celebran actualmente en Potes. En próximos días volverá a celebrarse un año más.
Enlaces:
.- Feria de Los Santos 2018 (fotos de Pepe Potes Liébana; seguir por las siguientes)