Hoy se celebra en Potes un acto de hermanamiento del Camino Lebaniego con el Camino Lebaniego Castellano en el que participa la Diputación de Palencia como representante de los 18 municipios palentinos por los que discurre este camino, que es el más antiguo del que hay constancia de su uso por los peregrinos a Santo Toribio de Liébana. Lo vemos.
«De los [caminos] que primero hay constancia de su uso por los peregrinos son de los que procedían de la zona de Palencia. Ya a fines del siglo XIII el rey Sancho IV, "por servir a Dios y a Santo Toribio", concede exenciones a los moradores de cinco casas hospitales situadas en La Pernía. Son las del puerto de Aruz, Puente Teblo, Santibáñez de Resoba, Sierras Albas y San Cucufate. Su hijo Fernando IV se las renovó por su importancia para la "guarda de las gentes que andan por estos caminos y van a las romerías de Santo Toribio"».
Este párrafo está incluido en la guía "El Año Jubilar Lebaniego en 50 preguntas", que publiqué la pasada primavera, donde va seguido de este otro:
«Hay que tener en cuenta que estos hospitales (en realidad, pequeñas ventas para cobijar y orientar a los caminantes) se situaban en una zona despoblada a gran altitud, los puertos de Pineda y aledaños, que, sobre todo en invierno y en jornadas de niebla, suponían un grave riesgo para los caminantes. Para su mantenimiento y atención, se crearon la Cofradía de la Letanía de los Doce Lugares de Pernía y la Cofradía de Santibáñez de Resoba. Pervivieron hasta el siglo XVIII».
Sancho IV fue rey entre 1284 y 1295, sin que sepamos en cual de esos años otorgó la carta concediendo esas exenciones. Sí sabemos que fue en 1302 cuando su hijo, Fernando IV, renovó dichas exenciones debido a que las cartas de Sancho IV «fueron quemadas en la casa de Arus» y los arrendadores de los tributos pretendían cobrarlos a los moradores en estas casas-hospital. El rey destaca la importancia de estas casas porque los romeros a Santo Toribio «podrían [perecer] y muchos pereçen en tiempo de las nieves si estas casas y [ahí] non fueran pobladas».
Estas exenciones, que fueron confirmadas en 1379 por el rey Juan I, prueban la existencia de peregrinaciones a Santo Toribio en el siglo XIII de tal importancia como para crear esta red de hospitales y como para que los reyes se ocupen de ella.
Por lo demás, es de destacar que los reyes indican que los mueve «servir a Dios e a Santo Toribio», sin que se mencione el Lignum Crucis, siendo una confirmación más de que, como venimos sosteniendo, el culto a Santo Toribio fue el preponderante en Liébana hasta mediados del siglo XV, cuando se difunde ya el de la Cruz.
En cuanto a las casas, situadas en los tres pasos que hay desde Pernía a Liébana (el collado de Aruz, Sierras Albas y el puerto de Cantalaguarda o Piedras Luengas), en siglos posteriores serían conocidas como Venta de San Bernabé, Venta u Hospital de San Sebastián, Venta de Santa María de las Nieves, Venta u Hospital de San Juan (Santibáñez) y Venta de San Bartolomé o Venta Morena. Han sido estudiadas de modo especial por Miguel Vicente Basterra y por Laurentino Ruesga.
La Cofradía de la Letanía de los Doce Lugares de Pernía, creada para gestionar estas ventas y los caminos y puentes, tenía por objeto «el ejercicio de la caridad en la atención y el cuidado de los viandantes» y, en especial, de los pobres, a quienes tenían que reservar al menos dos asientos junto a la lumbre. «Las ventas u hospitales se componían de un cobertizo, una amplia tenada, bodega y vivienda con dos plantas. El piso de arriba estaba ocupado por unos camastros con jergones de paja de centeno. Aditamento propio de estas ventas era un 'campanillo' que se hacía sonar en las noches frías del invierno cuando azotaba la tormenta, para servir de guía a los viajeros», cuenta Basterra. De esa Cofradía dependían todavía en 1752, al realizarse el Catastro de la Ensenada, las ventas-hospitales de San Bartolomé (en San Salvador de Cantamuda), de Sierras Albas, de San Bernabé (en el collado de Aruz) y de Santiago (en el sitio de Orbaneja, en Tremaya y Llazos). Además, la Venta u Hospital de San Sebastián, en el Puente Teblo, pertenecía a la Cofradía de su nombre de Santibáñez de Resoba.
Ambas cofradías fueron extinguidas en 1778 lo que produjo el abandono y ruina de las ventas.
De interés:
Las antiguas vías de comunicación de la montaña palentina, de M.V. Basterra, en la Biblioteca Virtual Lebaniega.
Camino Lebaniego Castellano. "De Palencia a Liébana". Un Camino del siglo XXI con más de 500 años de historia, sobre el camino actual, en la Biblioteca Virtual Lebaniega.