Píldoras de Historia

El nombre del Centro de Estudios Lebaniegos

Javier López Marcano, consejero de Industria y Turismo del Gobierno de Cantabria, dijo el sábado, en el Centro de Estudios Lebaniegos de Potes, durante la recepción a "Los del Río" en la Fiesta del Orujo, lo siguiente, refiriéndose al edificio donde tenía lugar el acto:

«Comprarlo, rehabilitarlo, restaurarlo, dotarlo hasta llegar entre todos a ese magnífico acrónimo y precioso acrónimo que es muchísimo más hermoso que la denominación oficial del edificio. ¡Quién me iba a decir a mí que iba a estar aquí hoy sábado ponderando y ensalzando los acrónimos! ¡Quién me lo iba a decir! Pues mucho más hermoso que decir "Centro de Estudios Lebaniegos", que define, determina y califica, es decir "CEL". Lo de CEL es un acrónimo polisémico, con muchos significados, pero tiene unas connotaciones, con unas metáforas tan hermosas que yo os invito a todos a llamarlo así, "CEL", "CEL". Los significados que tiene CEL en otras lenguas y en la nuestra nos acercan a la magia de la metáfora de este sitio».

Pese a esta preferencia de Marcano por "CEL" ("cielo" en catalán, supongo que el principal de esos significados a que se refería), la denominación oficial, "Centro de Estudios Lebaniegos", tiene una historia más larga de lo que pudiera parecer.

En efecto. Ya en diciembre de 1964 la prensa provincial de la época informaba de la «Constitución del Centro de Estudios Lebaniegos» (así tituló El Diario Montañés el día 15). La información daba cuenta de la reunión del día anterior en el ayuntamiento del subjefe provincial del Movimiento con las autoridades lebaniegas «en la que después de un amplio cambio de impresiones sobre los problemas que tiene planteados esta región, se acordó la creación del Centro de Estudios Lebaniegos, que tendrá a su cargo múltiples tareas relacionadas con los intereses de esta zona», constituyéndose una comisión organizadora.

Un mes después se informaba de una reunión con gran número de vecinos convocada por el presidente de la Comisión, Jesús de la Lama Bulnes, en la que dio cuenta de la «misión que tendrá este organismo y de los beneficios que reportará, principalmente, a la juventud de Liébana, contribuyendo a su formación social y profesional con la creación de una Biblioteca, organización de conferencias y estudios sobre los más diversos aspectos de interés para nuestra región». Lama pidió la colaboración de todos para que fuera un organismo dinámico, que pudiera acometer con éxito las tareas encomendadas, agradeciéndose al industrial de la Villa Manuel Gutiérrez la cesión de un local para instalar el Centro.

Pese a su prometedor inicio, este primer Centro de Estudios Lebaniegos no se consolidó y ya en mayo de 1965 en Luz de Liébana publicaban que «después de varios meses en que se nos dio a conocer la constitución del mismo, parece que se ha tomado unas amplias vacaciones. A ver si con la primavera, florece también este Centro cuyos trabajos pudieran ser estímulo de muchas cosas buenas». Sin embargo, no floreció y nada sabemos después de él.

La frustración de unas expectativas tan prometedoras debió dejar en el subconsciente de algunos lebaniegos la idea del "Centro de Estudios Lebaniegos" como oportunidad perdida y el nombre reaparecerá treinta años después.

Fue en octubre de 1995 cuando, como recordó el sábado Marcano, se informó de que se estaba negociando la compra de la antigua iglesia de San Vicente. Marcano, entonces consejero de Cultura, Turismo y Deporte, anunciaba que, si se cerraba la compra, sería la sede del "Centro de Estudios Lebaniegos" que se iba a crear aun cuando no se consumara la compra. El Diario Montañés escribía que «el centro -aseguró Marcano- girará en torno a los Años Jubilares y aprovechará el tirón de estas celebraciones para articular el estudio de la historia, las costumbres y las tradiciones lebaniegas. La celebración del Año Jubilar atrae a tantos visitantes que es necesario utilizar su poder de divulgación para propagar la cultura lebaniega».

Habrían de pasar, sin embargo, casi diez años hasta que en enero de 2005 se da cuenta de la adquisición de la antigua iglesia. El proyecto para instalar en ella el Centro de Estudios Lebaniegos incluía «la creación de una sala de exposiciones permanente que ocupará las cuatro plantas de la torre», «un salón de actos con capacidad para 180 personas sentadas que ocupará la nave de la iglesia, con el presbiterio como escenario, mientras que la capilla de Juan García de Polentinos se remodelará como espacio de apoyo. El proyecto también contempla la unión de la capilla de San Felipe Neri y el nuevo centro cultural. Una biblioteca y centro de documentación, que serán el eje central del Centro de Estudios Lebaniegos, el almacén y los camerinos completarán las instalaciones».

Fue finalmente en octubre de aquel año 2005 cuando tuvo lugar la inauguración con la que se dotaba «a la comarca de una sede moderna para actividades socio-culturales, poniendo especial énfasis en la difusión y estudio de la cultura e historia de la comarca a través de la puesta en funcionamiento del Centro de Estudios Lebaniegos», que iba a ser gestionado por la asociación "Año Jubilar Lebaniego". Se preveía que en 2006 iba a contar ya con dos azafatas para dar información a los visitantes e iba a realizar la digitalización del Archivo Histórico de Potes con dos técnicos.

En 2007 el nombre del Centro fue ampliado, en homenaje a "Don Desi" y su labor en beneficio de la comarca. Desde entonces se llama "Centro de Estudios Lebaniegos Don Desiderio Gómez Señas".

Cumplidos, pues, 17 años ahí está el Centro de Estudios Lebaniegos. ¿Ha hecho realidad lo que entonces se anunciaba? ¿Será desde ahora el CEL a secas?

© 15/11/2022. Gabino Santos Briz, para valledeliebana.info.


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